20 feb 2011

La Quimera de CYTHON


I
Yo soy el caos que antecedió todos los tiempos,
Extendiéndome por el vacío, como el vicio negro espacial del sin sentido,
De la aberración al miserable, de la nada al hombre.
Yo soy HAERESYS, la quimera de CYTHON
Tal vez el último.
La nota final del corazón palpitante,
La última gota de la copa de vino.
División, divina ruptura de la unidad, divergencia esencial.
Misterio de mí mismo.

El amor es una mano muerta sobre el cuerpo,
El rito, la sangre que se mezcla con la tierra,
El orgullo, morir por mí mismo.
Y he aquí mi testamento incompleto,
Vino, sangre, semen y llanto,
Preparado con el fuego de mi genio.


He caminado por las siete luces negras,
En el espejo estelar luciferino,
Donde están las arenas amargas
Con que están hechas todas las cosas.
Me he enaltecido y destruido
En la glorificación de los heraldos de la pestilencia
Y no me basta con esta simple discrepancia,
Firme y tensa, asamblea ilimitada de los espíritus que me circundan.

¡Convocados, Condenados!
He aquí mi enaltecida figura moribunda.
¡Excelsos, deformados!
Yo soy HAERESYS, la quimera de CYTHON
El último misterio de mí mismo.

II
Yo soy el secreto que procede del conocimiento,
Oculta y suprema verdad intelectiva
¡No lleguéis a comprender, no lleguéis a explicar!
El afán natural, la creencia visible, la afirmación invisible,
La creación insensible de eones que conforman el mundo,
¡los secretos ocultos en una caja negra!.
¿Mi existencia real? ¿Mi nacimiento esencial?
Impostor, precursor de la delirante nada que aparenta,
Prodigio desacreditado de la magia de CYTHON.

¡El mal día! ¡El mal día!
¡La mala vida, la mala muerte!
Cambio mi poder por sangre,
Cambio mi saber por muerte
Y tú que me has dicho que hablar es lamento,
Yo que te digo que mi lamento es arte.

¡El mal día! ¡El mal día!
¡La mala vida, la mala muerte!
El indudable poder de revelarte mi sangre,
La abominable enunciación de otorgarte la muerte.
Y tú qué me dices que la paz es silencio,
Yo te digo que la verdad es el grito en la guerra,
Tu silencio no es triunfo, ni fuerza, ni virtud.
Vuelo como fuego en las palabras,
Y caigo como rayo al suelo en controversia
Quedando muerto en el acto.
¡Ya nada más tendréis que saber de mí!

¡El portal ha sido abierto!

2 comentarios:

  1. Me encanta. Muy buen vocabulario.

    Me quedo con esto:

    "Y tú qué me dices que la paz es silencio,
    Yo te digo que la verdad es el grito en la guerra,
    Tu silencio no es triunfo, ni fuerza, ni virtud."

    Tú me dices paz, yo te digo guerra.

    Saludos ;-)

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  2. Muchas Gracias por tu aporte.

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