Ensayo sobre La(s) Lengua(s)
Mauricio Arcila Arango
(Lord Klisgor)
“Si (como afirma el griego en el Crátilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.”
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.”
Definir la “lengua” no es una cuestión sencilla,
como bien se ha demostrado a lo largo de la historia de la filosofía; bien
podríamos remontarnos al conocido dialogo platónico del “Crátilo” en donde se
enuncia quizás por primera vez la multiplicidad de problemas o “aporías” -como
lo definiría el filosofo Jacques Derrida- que están enraizados en este termino.
No pretendo en esta instancia apelar a una cuestión de orígenes o a la conocida
dialéctica entre naturaleza y cultura, sino por el contrario enunciar algunas
cuestiones de intereses que surgieron a lo largo de algunas lecturas de los
textos de Derrida que permitan en lo posible problematizar el concepto de “la
lengua”.
Para empezar a bordear el problema podemos decir
que la palabra “lengua” viene del latín “lingua”, tal cual como se utiliza en
el italiano de hoy en día “lingua”, ambas palabras tanto en latín como en
italiano significan “idioma”, es decir
la “lengua” en común; no del singular “lengua”, sino del plural “lengua”
o para ser mas exactos deberíamos decir del plural las “lenguas”, en el
entendido de lo múltiple.
Dejando a un lado el problema de las raíces como
bien se advirtió hace un momento, pasaremos a otro problema que nos suscita
esta palabra, ya que no solo hace referencia al idioma como la(s) “lengua(s)”
en común, sino también al órgano móvil que tenemos situado en el interior de
nuestra boca y por el cual podemos articular fonéticamente las palabras, el
idioma o la(s) “lengua(s)”. En otras palabras, por medio de la “lengua”
–órgano- podemos articular la(s) “lengua(s)” –idiomas-, la “lengua” como
instrumento de la “lengua”; como podemos ver, esta posición nos remite a un
problema ya trabajado por Heidegger cuando nos dice “el habla, habla”.
Ya que hemos identificado esta primera “aporía” de
la “lengua” que son las “lengua(s)” podemos entrar en materia con una
entrevista que le fue realizada al filosofo Jacques Derrida la cual lleva por
titulo “La lengua no pertenece”; titulo que sugiere en lo desentendido de este
texto que la “lengua” –órgano- no nos pertenece, o la(s) “lengua(s)” en lo
común de lo idiomático, no nos pertenecen, como si fuéramos ajenos a nosotros
mismos tanto en el sentido de la “lengua” como en el de la(s) “lengua(s)”, es
decir, ajenos tanto en lo “natural” como en lo “cultural”; en lo “orgánico” y
en lo “proteico”. Pero ya dejemos de rumear sobre el abismo y demos paso a lo
que nos dice el filósofo de la desconstrucción sobre la lengua: “La lengua es eso
mismo que no se deja poseer, pero que, por esta misma razón, provoca toda clase
de movimientos de apropiación. Porque ella se deja desear y no apropiar, pone
en movimiento toda clase de gestos de posesión, de apropiación.”[1]
De esta primera aproximación que nos hace el
filósofo a la(s) “lengua(s)” podemos resaltar algunas ideas que nos pueden ir
sirviendo de marcadores sintomáticos para adentrarnos más a este fenómeno, la
primera es que “la lengua no se deja
poseer”, es decir que la(s) lengua(s) están en el “orden” de lo
inaprensible, lo inaccesible y de lo escurridizo como si de un mundo
“Lovecraftiano” se tratara.
La segunda idea que resalta de este primer
acercamiento es que “la lengua provoca
movimientos de apropiación”, pero
debemos apuntar claramente lo que puede significar estos “movimientos de
apropiación” porque llegados a este punto nos encontramos con otra “aporía”;
decíamos en una primera instancia que “la
lengua no se deja poseer”, y luego dijimos que “la lengua provoca movimientos de apropiación”, ¿significa esto que
la lengua es aquello que no se deja poseer pero que intenta poseer o posee en
efecto?
En una tercera instancia el filosofo resalta estas
dos primeras ideas de la siguiente manera: “Porque
ella (la lengua) se deja desear y no apropiar, pone en movimiento toda clase de
gestos de posesión, de apropiación.”
¿Pero quien es ella “la lengua”? ¿Que es lo que ella
“la lengua” se deja desear y no apropiar?, ¿Y qué es lo que ella “la lengua”
intenta apropiarse con los gestos que pone en movimiento?, Sigamos adelante con
otra idea que nos da el filósofo sobre “La lengua”: “Y es por tanto ya
en la lengua, ahí donde está la lengua, que la experiencia de la vida-la muerte
se ejerce.”[2]
-¿Pero quien es ella “la lengua”?
“La “lengua” es ella “la lengua” o “la lengua” son
ellas “la(s) lengua(s)” como si de lo común se tratara, “la lengua” en lo
múltiple de “la(s) lengua(s)”; “la lengua”
aporía de si misma en el entendido de lo irresoluble, “la(s) lengua(s)”
oxímoron como estado constituyente de lo estético en un sentido poético.
-¿Que es lo que ella “la lengua” se deja desear y
no apropiar?
La experiencia de la vida.
-¿Y qué es lo que ella “la lengua” intenta
apropiarse con los gestos que pone en movimiento?
La muerte que se ejerce.
“Se trata de la vida en el sentido en que no es separable de una experiencia de la muerte. Entonces, sí, la primera forma de contradicción es esa, es decir que la vida de la lengua es también la vida de los espectros, es también el trabajo del duelo, es también el duelo imposible.”[3]
“Se trata de la vida en el sentido en que no es separable de una experiencia de la muerte. Entonces, sí, la primera forma de contradicción es esa, es decir que la vida de la lengua es también la vida de los espectros, es también el trabajo del duelo, es también el duelo imposible.”[3]
No es la intención llegado este punto dar
respuestas sobre que es “la lengua”, que
cosa es lo que no se deja apropiar y de que es lo que se intenta apropiar,
porque la “vida” y la “muerte” son tan efímeras como “la lengua” misma y
utilizarlas como finalidad para dar una respuesta en un ensayo tan simple como
este seria la injusticia total, tanto para la(s) lengua(s), como para la vida y
la muerte.
Mas bien me interesa tomar en este punto, -que no
es punto sino camino, “camino sin retorno” porque no se puede “des-hablar”, no
se puede “des-lenguar” o quizás si pero desconozco la formula- la idea que nos
sugiere el filosofo “la lengua es también
la vida de los espectros”, como si de otra vida se tratara, no de la “experiencia
de la vida” que enunciábamos hace un momento como “lo no apropiable de la(s)
lengua(s)”, sino como la “vida de los espectros” y “experiencia espectral” en
lo apropiable de la(s) lengua(s)” que es la “muerte que se ejerce”. “La lengua, la
palabra, en cierto modo la vida de una palabra, tiene una esencia espectral.
Esta sería como la différance: se repite como ella misma y es cada vez otra.”[4]
“La(s) lengua(s)” -es/son- lo no apropiable de la
experiencia de la vida como vida misma, en un sentido “natural” y en un
contra-sentido “cultural” en el entendido de lo “orgánico” y lo “proteico”
porque la experiencia se escapa en el orden de lo “espectral” y no en vano el
filosofo nos trae a colación la “différance: (que) se repite como ella misma
y es cada vez otra”, como “lengua” singular y como la(s) “lengua(s) en
plural. “Esta contradicción no es la contradicción
desgarradora de alguien en particular, es una contradicción que se inscribe en
la posibilidad de la lengua. Sin esta contradicción, no habría lengua.”[5]
Podría entenderse aquí que esta aporía de la
“lengua” es el motor mismo de la(s) lengua(s), ya que desgarra el sentido mismo
de la “lengua” en el orden de lo particular, dando cabida a la multiplicidad, a
la “différance (que) se repite como ella
misma y es cada vez otra” -la(s) “lengua(s)”-, dándose a desear, no
dejándose apropiar, apropiándose de lo inapropiable de la “experiencia
espectral” y de “la muerte que se ejerce”.
Entendemos pues que la(s) lengua(s) es/son la capacidad de la -carne viva- en el sentido de
lo “orgánico” y lo “proteico” que hace de la “experiencia espectral” en el
orden de lo imposible su apropiación, ejerciendo la différance como lo singular de la “lengua” que se manifiesta en errancia
espectral en lo plural de la(s) “lengua(s), siendo esta la “aporía” misma.
La “poesía” como herramienta de la(s) “lengua(s)”
constituye la “experiencia espectral” por excelencia, ya que la poesía es
la imposibilidad de experiencia de la
vida, aquella que intenta apropiarse del movimiento que ejerce la muerte a
través de la(s) “lengua(s)”; el poeta crea obra sin cuerpo que ejerce la
“lengua”, o la(s) “lengua(s) dan cuerpo al poeta como espaciamiento y movimiento de la “experiencia espectral” que culmina
en obra.
Sea como sea, la(s) “lengua(s)” determinan un
camino, que no es camino, por el cual están en juego la “experiencia de la
vida” y el “ejercicio de la muerte”, invadiéndose constantemente una a otra sus
caminos, que no son caminos en el “ejercicio de la vida” y la “experiencia de la
muerte”, ya que “la lengua no pertenece” y resucita una y otra vez los
espectros de las la(s) “lengua(s)” que retornan triunfantes, como carne viva,
experiencia y despertar, solo para darse cuenta que ellas mismas son su
cadáver, ya que la “lengua” es el sepulcro de la(s) “lengua(s)”.
Conclusiones:
- La “lengua” no es una cuestión sencilla.
- La palabra “lengua” viene del latín “lingua”.
- La "lengua" no es singular.
- Las “lenguas”, son plural en el entendido de lo múltiple.
- Por medio de la “lengua” –órgano- podemos articular la(s) “lengua(s)” –idiomas-.
- La “lengua” es el instrumento de la “lengua”.
- “La lengua no pertenece”;
- La “lengua” –órgano- no nos pertenece.
- La(s) “lengua(s)” en lo común de lo idiomático, no nos pertenecen, como si fuéramos ajenos a nosotros mismos.
- “La lengua no se deja poseer”
- La(s) lengua(s) están en el “orden” de lo inaprensible, lo inaccesible y de lo escurridizo.
- “La lengua provoca movimientos de apropiación”,
- “La lengua no se deja poseer”
- “La lengua” es la aporía de sí misma en el entendido de lo irresoluble.
- “La(s) lengua(s)” es/son el oxímoron, estado constituyente de lo estético en un sentido poético.
- “La lengua es también la vida de los espectros”
- La “experiencia de la vida” es “lo no apropiable de la(s) lengua(s)”
- Lo apropiable de la(s) lengua(s)” es la “muerte que se ejerce”, la “vida de los espectros” y la “experiencia espectral”
- La “lengua” es el motor mismo de la(s) lengua(s).
- La(s) lengua(s) es/son la capacidad de la -carne viva- en el sentido de lo “orgánico” y lo “proteico”
- La “poesía” es una herramienta de la(s) “lengua(s)”
- A través de la(s) “lengua(s)”; el poeta crea obra sin cuerpo.
- La(s) “lengua(s) dan cuerpo al poeta como espaciamiento y movimiento de la “experiencia espectral” que culmina en obra.
- La(s) “lengua(s)” determinan un camino, que no es camino.
- La(s) “lengua(s)” retornan triunfantes, como carne viva, experiencia y despertar
- La “lengua” es el sepulcro de la(s) “lengua(s)”.
[1] Jacques Derrida “La Lengua no Pertenece”, Entrevista con
Évelyne Grossman Esta entrevista fue publicada en la edición que el
mensuario Europe consagró
a Paul Celan (año 79, n° 861-862/enero-febrero 2001). Traducción de Ricardo
Ibarlucía publicada en Diario
de Poesía (nº 58, primavera 2001). Edición digital de Derrida
en castellano.
[2]
Ibíd.
[3]
Ibíd.
[4]
Ibíd.
[5]
Ibíd.
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