Epitafio
“A las 130 almas reunidas en las
solitarias noches,
quienes realizan consciente o
inconscientemente,
una de las obras poéticas más
hermosas e impresionantes,
forjadas desde la más profunda
Nada,
enriqueciendo
así, a la literatura Colombiana…”
Cementerio Exquisito - Poesía de Alcantarilla N°3
Cementerio Exquisito - Poesía de Alcantarilla N°3
Un
cementerio en la creencia popular, es el lugar donde reposan en silencio los
muertos. Pero en éste cementerio es totalmente diferente, los muertos hablan y
nos cuentan fragmentos de historias olvidadas, fragmentos de amores sepultados
que aún gritan en la media noche, de alegrías que resuenan entre las montañas
viejas, de llantos-risas que se confunden con los ladridos de los perros; En
éste cementerio, se escuchan ecos… Ecos de poetas, ecos de poetas ebrios, ecos
de poetas ebrios que se confiesan con la luna llena… En este cementerio se
reúnen a escuchar lo que nunca se ha dicho, a decir lo que no pueden decir y
por eso lo dicen, en éste cementerio hablan los muertos como si estuvieran
vivos.
En Cementerio
Exquisito, el silencio y el reposo son un insulto, aquí se medita con la
palabra y se honra la memoria con el grito que convoca a difuntos y vivos por
igual; nuestro ritual fúnebre es el verso y la prosa nuestro canto universal;
aquí se gesta la palabra que habita la muerte y la representa, aquí la muerte
se hace habla para comunicarse con nosotros, la muerte se hace escenario para
habitarla, se hace palabra y acto como manda el ritual; Éste cementerio es la
expresión viva de la muerte que se comunica a gritos silenciosos.
En éste
cementerio resuena la palabra de Gonzalo Arango, quien nos dice: “Muerte
no seas mujer”, refiriéndose tal vez a esta capacidad seductora de la
muerte, que nos tienta y nos hace crear lanzándonos a lo desconocido; en éste
cementerio resuenan palabras inciertas de Nadaístas, que no conformes con nada,
escriben como un reto a la misma nada que se impone; Resuenan vómitos de poemas
callejeros que, fueron llevados al papel y hoy son el eco de la venganza
artística, resuenan fragmentos deformes que se reconfiguran en lenguajes,
huellas y testimonios de antiguas-nuevas épocas… ¡que muerte tan presente,
escuchad que los muertos hablan!
Desde el
fondo de la fosa una palabra resuena, algo tienen por decirnos aquellos que se
fueron y nosotros que nos quedamos, todos tenemos algo que decir, algo resuena
dentro de nosotros, es la presencia de la ausencia de aquellos que hablaron
antes, es la palabra que fue lanzada al abismo y ha retornado, es el poeta en
silencio hablando para si mismo, diciendo para si mismo sin voz, escuchando la
voz muda de si mismo que se habla, para luego lanzar lo creado, lanzarlo como
cosa y reflejo, reflejo que se ha convertido en espejo, espejo de la nada; en
este sentido, lo único que justifica la muerte es que estamos vivos y tenemos
el don-castigo de la creación que es el testigo infame de nuestro acto rebelde.
Bienvenidos
a este honorable Cementerio Exquisito, donde la muerte canta, donde la
muerte canta y se calla cuando debe callar; pero canta reconfigurada sin mente,
presente en la ausencia de si misma, canta y danza entre los epitafios que aquí
se encuentran dispersos entre paginas y versos, entre huesos y malezas de otras
vidas sepultadas; bienvenidos a esta muerte parlante, que canta:
“Ven,
separa tu tumba y cantemos hasta que se nos sequen los huesos”.
Lord Klisgor
México D.F.
Junio de 2012
Cementerio Exquisito - Poesía de Alcantarilla N°3
Director: Jhonny Wahider Cardona Hernández
Director: Jhonny Wahider Cardona Hernández
wahider@hotmail.com
COLOMBIA, DE
LA NADA A LA EXISTENCIA
(Cadáver exquisito No.XLVII 29 de
Octubre de 2011)
Que te lleve el viento que a mi te trajo, que
llegue la noche, la mejor de todas las noches, que llegue la lluvia, como
quebrándose el cielo de mi desventura, la desventura de esperar sin cansancio,
de esperar sin tregua mientras la ausencia de tus ojos lava mi pena.
La ventana, es el umbral de la espera, en el
horizonte se ve lo que queremos pero siempre esta lejos, no podemos más que
mirar y contemplar, para que al abrir los ojos, al fin nos demos cuenta de que
nosotros somos los dinosaurios.
¿Para que esperar la victoria de otros cuando
pudimos ser leyenda? Somos Colombianos, Santandereanos, somos Málagueños de
García Rovira y ¡nuestra bandera siempre ha sido Nadaísta!…
…De repente me inundó la tristeza, dulce
melancolía, de amarla sin que ella lo supiera y me disparé.
Quizás fuimos muertos que jugaban a ser de todos
lados sin contar el espacio que nos entierra, hoy muero, mañana mi pueblo me
olvida. Nunca fui de alguien. Benditos sean los demonios que me acompañan,
ahora podre ir a la playa a probar los sabores del alma, sumergido entre la
arena, allá en la completa oscuridad mientras que sobre mi cabeza queda aún la
ceniza de una ultima colilla.
Muy bueno capo, que buenos cementerios. Siempre es bueno este acercamiento a la poesia desde la muerte, desde el vacio, desde la nada.
ResponderEliminarFue un honor para mi la invitación de los muertos a prologar sus versos.
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